NAVIDAD PARA MEDIOKRES

Detesto las ciudades que juegan a ser Santiago
pandillas en las calles
skin-head
punks
grupos de niñas cuicas
en el juego del cuerpo

aquí las horas pasan lentas
vecinos saludan
con el desprecio necesario

venir acá
es encontrarme con mi mínima magnitud
es ella en la escalera
con la falda subida
el calzón afuera
una teta a medio salir
la otra en mi boca

de la casa puedo decir que es de estilo colonial
llena de plantas
y macetas esparramadas
junto al sol de la cordillera

aquí los espectros
saludan de reojo
si me descuido
volverá a burlarse de mi

bajo el parrón
leo libros que nadie lee
no hablo con nadie (mejor)
dejo el cigarrillo y bebo poco
aquí también esta su grito
pidiéndome que no la mire
sacándose el cuero…

No queda mucho para navidad
Y me parece
que hay
silencios inoportunos.